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Conocimiento contemporáneo sobre Dios, la evolución y el significado de la vida humana.
Metodología del desarrollo espiritual.

 
Trabajo con los meridianos. Sushumna, chitrini, canal delantero (zhen-mo), «órbita microcósmica» y meridiano central
 

Ecopsicología/Trabajo con los meridianos. Sushumna, chitrini, canal delantero (zhen-mo), «órbita microcósmica» y meridiano central


Trabajo con los meridianos.
Sushumna, chitrini, canal delantero (zhen-mo), «órbita microcósmica» y
meridiano central

Después de dominar todos los ejercicios mencionados, será apropiado empezar a trabajar con los meridianos principales del cuerpo.

Estos meridianos o canales, invisibles a la vista normal, atraviesan todo el cuerpo humano, así como los cuerpos de los animales y hasta los de las plantas, y transportan en el organismo energía de diferentes niveles de sutileza. Estas estructuras, conocidas en sánscrito como nadis, fueron descubiertas y usadas en la medicina china antigua (o zhēnjiu-terapia).

Es posible encontrarlas, entre otras maneras, por su alta conductividad eléctrica en comparación con los tejidos cercanos (sin embargo, es necesario tener en cuenta que la corriente eléctrica, aun la más débil, es inadecuada para estos canales, y los métodos del electrodiagnóstico por puntos y de la electroacupuntura deben ser aplicados sólo en casos excepcionales).

Los meridianos pueden ser vistos por aquellas personas que lograron ampliar las capacidades de su percepción a través de sistemas de entrenamiento similares al nuestro.

Debido a los procesos inflamatorios en los tejidos del cuerpo, a la nutrición contaminante o a las influencias energéticas exteriores desfavorables, los meridianos pueden perder su conductividad, y en este caso es posible que aparezcan enfermedades prolongadas en aquellos órganos que fueron privados del abastecimiento energético adecuado. Tales enfermedades, por lo común, no pueden ser curadas completamente con medicamentos y es cuando resultan ser eficaces los métodos de la acupuntura y otros métodos similares, tales como la influencia con láser, con la vibración o con otros medios sobre los «puntos biológicamente activos» del cuerpo. Al usarlos, tiene lugar la recuperación de la conductibilidad de los meridianos gracias a los flujos energéticos enviados a través de éstos.

Con todo, es mucho mejor aprender a limpiar los meridianos por uno mismo con la ayuda de las técnicas descritas en este libro.

Ahora hablemos más detalladamente sobre algunos meridianos que pueden usarse eficazmente en la práctica de la autorregulación psíquica.

Son meridianos grandes y unen todos los chakras.

Por la columna, desde el chakra muladhara hasta el chakra sahasrara, pasa un canal amplio llamado sushumna (tu-mo o du-mo, en chino). Una de sus funciones es redistribuir la energía obtenida de los alimentos entre los chakras. Dentro del sushumna, en su parte posterior, se encuentra otro canal mucho más estrecho (su diámetro es de 2 centímetros aproximadamente) llamado vajrini. A través de este canal, la energía del chakra svadhisthana llega a otros chakras.

Por detrás del sushumna pasa el tercer canal de la columna llamado chitrini (o Brahmanadi). Este canal empieza desde la parte posterior del sahasrara, pasa debajo del hueso occipital, desciende por la parte posterior del cuello y luego por la parte posterior de la columna coincidiendo con las apófisis espinosas y con la piel.

El chitrini es una estructura muy importante y nos servirá como patrón de referencia de un estado sutilísimo. De acuerdo con este patrón, sintonizaremos nuestra esfera emocional.

Según «la escala de hidrógenos» de George Gurdjieff, el estado del chitrini es igual a H-3, lo que corresponde al nivel de sutileza del Espíritu Santo. Después de aprender a concentrarse en este meridiano, el practicante puede, a través de este canal, «zambullirse» fácilmente, como conciencia, en los eones del Espíritu Santo, comunicarse allí con Él sin ningún impedimento, abrazarse con Él y unirse con Él.

De esta manera las verdades religiosas dejan de ser una abstracción y se convierten en realidad.

Todos los chakras también están unidos por el canal delantero (o zhen-mo). Éste empieza desde el extremo superior del sushumna, contornea el chakra sahasrara por ambos lados como dos ramales que terminan uniéndose en el área de la frente; luego, dividiéndose en muchos canales pequeños, desciende por el rostro y otra vez se une en un solo canal en el área del vishuddha. Otra rama de este meridiano desciende por el centro de la cabeza, pasa a través del paladar, llega a la barbilla y se une con otras ramificaciones en el área del cuello. Luego el canal delantero desciende como una ancha banda por la parte delantera del cuerpo, pasa a través del pubis y se dirige hacia el coxis.

Debemos prestar especial atención a la parte superior de este canal, la cual une en un bloque funcional los cuatros chakras (anahata, vishuddha, manipura y ajña) del así llamado «centro emocional» [54].

Sin duda, los chakras anahata y vishuddha desempeñan el papel dirigente en este bloque. En cuanto a los otros chakras, del manipura depende, en cierto grado, la intensidad de las emociones y a través del ajña se realiza, entre otras cosas, la interacción con el sistema hipotalámico-hipofisario, que cumple —mediante el sistema endocrino— un papel importante en la coordinación de las reacciones emocionales y conductuales del organismo entero.

Sólo quienes tienen el canal delantero desarrollado y saben usarlo pueden experimentar las emociones altamente positivas de la comunicación con otras personas o con la naturaleza. No obstante, no hay muchas personas así, unas cuantas entre miles, puesto que este canal raramente se desarrolla sin la realización de esfuerzos especiales.

El sistema de los meridianos de la columna junto con el meridiano delantero se llama «órbita microcósmica»* según la tradición china. Haciendo circular la energía por esta «órbita», podemos transformar las energías del organismo con el fin de crear y acumular allí el «elixir dorado»*.

Los ejercicios con la «órbita microcósmica» dan un efecto emocional positivo fuerte.

Aparte de los dos meridianos ya mencionados, existe otro meridiano, llamado meridiano central, que, pasando verticalmente por el centro del cuerpo, une todos los chakras desarrollados en un sistema. Este meridiano se forma simultáneamente con el desarrollo de los chakras; por lo tanto, en las personas que tienen chakras poco desarrollados este meridiano no se observa. Su diámetro coincide aproximadamente con el diámetro de los chakras y es una estructura energética muy importante del organismo.

* * *

Empecemos el trabajo con el meridiano sushumna. La manera más fácil de limpiarlo es crear la visualización de un «cepillo» gigante con la misma forma que los que se usan para lavar botellas. Con este fin salimos desde el anahata hacia atrás y nos paramos a cierta distancia de nuestros cuerpos experimentándonos un poco más grandes que éstos. Luego, tomando en los brazos de la conciencia el «cepillo» visualizado, empezamos a limpiar el sushumna desde arriba. Debemos tener en cuenta que también es necesario limpiar el paso que existe entre el sushumna y el chakra muladhara. Este paso no va recto desde el sacro, sino hacia adelante y luego hacia abajo.

Ahora limpiamos el meridiano central. Con este meridiano es conveniente trabajar en los sitos de poder especiales que ayudan al practicante a trasladarse, como conciencia, a una posición más baja que su cuerpo. Claro está que para poder hacerlo, la conciencia ya debe estar desarrollada con los ejercicios anteriores hasta tal grado que pueda ubicarse debajo del cuerpo sin perder su estado sutil.

Después de que entramos, desde abajo, en el meridiano central, debemos «lavar» sus paredes, por ejemplo, con la visualización de un trapo mojado con espuma de jabón o usando alguna otra técnica apropiada.

Luego es muy importante limpiar el tabique (división) que existe entre el sushumna y el meridiano central. Para hacerlo, debemos permanecer simultáneamente en ambos meridianos, lo que es posible lograr entrando en el sushumna desde arriba y en el meridiano central desde abajo. En este caso podemos ver el tabique y las posibles manchas negras sobre éste. La eliminación de las últimas da por resultado una sanación más profunda del cuerpo.

Cuando el sushumna esté limpio, podremos empezar el trabajo con la «órbita microcósmica». Con este fin entramos desde atrás en los dos chakras bajos, elevamos su energía por el sushumna hasta arriba, la pasamos a través de los meridianos de la cabeza y la bajamos por el meridiano delantero hasta los mismos dos chakras bajos. Repetimos este ejercicio varias veces. Durante este proceso, las energías groseras, incluyendo aquellas que causan enfermedades, se transforman en energías sutiles en el meridiano zhen-mo.

Después de los primeros ejercicios con la «órbita microcósmica», es indispensable hacer una relajación profunda en «shavasana».

En lo posterior, podremos aprender a cambiar intencionalmente la trayectoria de la energía que movemos por la «órbita microcósmica» de tal manera que su flujo pase por los lugares enfermizos (si es que todavía queda alguno), lo que dará por resultado su sanación.

Hemos empezado a practicar la circulación de la energía por la «órbita microcósmica» usando el meridiano sushumna, pero también debemos aprender a hacerla circular por el chitrini y por el «capullo» energético que rodea al cuerpo. Todo lo mencionado permite mejorar el estado del organismo y refinar la conciencia cada vez más. En la práctica de nuestra Escuela, estos ejercicios se realizan fácilmente en los sitos de poder apropiados, es decir, en las zonas que tienen una importancia energética positiva para los seres humanos. Busquen estos sitios donde ustedes viven. Quizás, los encuentren.

Para finalizar este capítulo, quiero mencionar que existen ciertas técnicas del chi kung inconsistentes que han sido «importadas» a Europa en las cuales los adeptos tratan de trabajar con la «órbita microcósmica» sin limpiar y desarrollar previamente sus chakras y meridianos. En este caso, todo el trabajo se realiza solamente a nivel de las visualizaciones y, debido a esto, los adeptos no obtienen ningún efecto curativo ni purificante ni refinador.

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