Ecopsicología/«Shavasana» «Shavasana»Debemos terminar todas las clases durante las cuales trabajamos con los chakras y meridianos con un ejercicio de relajación que se llama «shavasana». Esta postura nos permite descansar después del trabajo bioenergético (tal trabajo puede generar un cansancio muy fuerte) y también eliminar los defectos bioenergéticos que todavía pudieran haber quedado. «Shavasana» es la relajación del cuerpo y de la mente en posición decúbito supino. Para hacerla, acostémonos sobre la espalda. Asegurémonos de estar en una posición cómoda. Nada debe distraernos. Relajamos el cuerpo empezando por los dedos de los pies. Imaginamos un plano vertical (como una pared de vidrio) perpendicular al cuerpo acostado al cual llevamos a través del cuerpo desde los dedos de los pies hasta la cabeza; detrás de este plano no quedan tensiones. Perdemos la sensación de aquellas partes del cuerpo por las cuales el plano ya ha pasado. Las enajenamos diciendo mentalmente: «¡Esto no es mío! ¡Esto no es mío!». Si vuelve a aparecer la sensación en alguna parte por la cual el plano ya pasó, hagamos pasar el plano por allí otra vez. Cuando éste pase a través de la cabeza, es posible que surjan los siguientes estados: La autopercepción desaparece. Hemos caído, por decirlo así, en un sueño profundo, pero no es un sueño. La autopercepción vuelve normalmente después de unos 18-20 minutos. Nos experimentamos completamente descansados como si hubiéramos dormido profunda y largamente. Experimentamos un estado extático. No nos levantemos bruscamente y disfrutemos de éste. En el segundo estado, la autopercepción se mantiene, pero surge una tranquilidad completa. Podemos examinar el propio organismo con la «vista interior». Entremos en el espacio dentro del cuerpo desde abajo. Podemos ver allí áreas claras y oscuras. Los colores grises y negros indican algún trastorno en uno de los planos energéticos. Tales trastornos corresponden a las etapas activas o todavía latentes de las enfermedades. Tratemos de recoger todo lo oscuro con un rastrillo y echarlo fuera del cuerpo hacia abajo. Durante shavasana pueden tener lugar las salidas completas e involuntarias de la envoltura material (el cuerpo), en las cuales nos experimentamos de repente en nuestra apariencia habitual, pero en una posición extraña, por ejemplo, flotando sobre el piso, estando parado sobre la cabeza, etc. No debemos preocuparnos por esto. Simplemente, es necesario empezar a desear volver al cuerpo y a sentirlo. De esta manera enseguida estaremos allí. Con todo, de ningún modo debemos estimular tales salidas, puesto que son las salidas al así llamado «plano astral», una dimensión espacial densa, mientras que nosotros debemos aprender a salir de una sola vez a las dimensiones espaciales más altas, y para esto existen otros métodos. Está prohibido enseñar el shavasana a los niños menores de 12 años, porque después de experimentarse fuera de sus cuerpos, ellos no siempre quieren regresar allí. * * * Es necesario practicar sistemáticamente todos los ejercicios mencionados. Con sólo una clase es imposible obtener algún resultado significativo.
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