Ecopsicología/«Capullo» «Capullo»Los «capullos» energéticos, mencionados anteriormente, rodean los cuerpos de todos los seres encarnados. (También son llamados «cuerpos etéreos», pero hay que tener en cuenta que el significado de este término es confuso y algunos autores pueden usarlo para designar otras estructuras y estados cuando no saben cómo llamarlos de otro modo). Los «capullos» están formados por los campos bioenergéticos de todas las células del cuerpo y pueden estar compuestos de varios estratos de energía de diferente densidad, localizados a diferentes distancias del cuerpo. Los «capullos» de las personas sanas tienen una forma más o menos ovoide, aunque frente a los lugares enfermos sus fronteras pueden tener abultamientos o abolladuras que corresponden al aumento o a la reducción de la actividad bioenergética de las células de las partes afectadas del cuerpo. Este hecho tiene importancia para el diagnóstico extrasensorial, ya que permite detectar estos lugares afectados mediante la palpación de la frontera del «capullo» con la mano. Con todo, es recomendable también aprender a ver los «capullos» con la clarividencia. Primero aprendemos a ver el propio «capullo» y luego los «capullos» de otras personas. La manera más fácil de hacerlo es a través del siguiente método: situamos la concentración de la conciencia (o «el punto de encaje», hablando en los términos de Don Juan Matus) en la zona localizada a una distancia de 50 centímetros detrás de los propios talones. Desde allí podemos observar el propio «capullo» desde adentro y empezar a limpiarlo. La limpieza del «capullo» es también un método curativo importante, porque las energías patógenas pueden estar localizadas no solamente en el cuerpo, sino también en el «capullo».
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