Ecopsicología/Limpieza de los chakras. Apertura del corazón espiritual
Limpieza de los chakras.
Apertura del corazón espiritual
Después de haber aprendido todo lo anterior, podemos empezar a limpiar y desarrollar los chakras.
Su estado está estrechamente relacionado con los órganos que se encuentran en las partes correspondientes del cuerpo, y los chakras participan activamente en el abastecimiento energético de estos órganos. Las enfermedades de los órganos afectan negativamente el estado de los chakras.
A continuación damos algunos ejemplos de los órganos correspondientes a los chakras:
— el anahata es responsable del corazón, de los pulmones, de los brazos y de las glándulas mamarias,
— el manipura, del estómago y de otros órganos del sistema digestivo,
— el svadhisthana, de los órganos sexuales, de la vejiga y de las piernas,
— el sahasrara, de los hemisferios del cerebro,
— el ajña, del resto del cerebro, de los ojos, de las orejas, de la nariz y de la nasofaringe,
— el vishuddha, del cuello entero, de las glándulas tiroides y de ambas mandíbulas, incluyendo los dientes. (La frontera entre las «esferas de influencia» del ajña y del vishuddha pasa por el paladar.)
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Comencemos el trabajo con los chakras. Existen combinaciones especiales de sonidos (cierto tipo de mantras) cuyo canto contribuye, gracias a las vibraciones resonantes correspondientes, al desarrollo de los chakras y, además, nos pueden ayudar a experimentarlos claramente. Estos mantras son los siguientes:
para sahasrara — am
para ajña — vom
para vishuddha — jam
para anahata — yam
para manipura — ram
para svadhisthana — vam
para muladhara — lam
Cantemos estos mantras prolongada y suavemente, usando los tonos agudos de la voz (podemos tomar como patrón de referencia los tonos agudos de las voces femeninas). Al cantar, concentrémonos en los chakras correspondientes. Cuando pasamos de un chakra al otro, entramos en éstos por detrás, por la espalda o la nuca, como penetrando en unas celdillas o nichos.
Repetimos el ciclo entero de los mantras varias veces. Consigamos tener una sensación clara de las vibraciones en todos los chakras.
Practiquemos infaliblemente este ejercicio todos los días. Si no hay posibilidad de cantar los mantras en voz alta, es posible cantarlos internamente, pero siempre y cuando hayamos aprendido a hacerlo muy bien en voz alta.
Ahora y siempre debemos prestar más atención al trabajo con el anahata y, simplemente por eso, la vida llegará a ser más luminosa y alegre.
Si uno no logra aprender a cantar estos mantras aguda y tiernamente, no podrá progresar en su desarrollo espiritual de ningún modo. Con estas dificultades a menudo se enfrentan los varones que no conocen qué es la sutileza. A ellos les puede ayudar la siguiente técnica: ponemos en la boca un sorbo de agua y hacemos gárgaras de tal manera que se produzca el sonido «gluglú». Luego bajamos este sorbo cada vez más hasta que el sonido se haga lo más agudo posible. Basándonos exactamente en este patrón, debemos cantar los mantras para los chakras.
Dominemos otro método para la limpieza y el desarrollo de los chakras. Visualizamos detrás del anahata una figura tridimensional blanca y luminosa, formada por cuatro triángulos unidos. Ésta figura se llama tetraedro. Hagámoslo entrar con su vértice en cada chakra por detrás y luego hagámoslo girar rápidamente hacia la izquierda si uno lo mira desde atrás. En el caso de los dos chakras extremos, debemos hacer girar el tetraedro hacia la izquierda con el vértice mirando hacia arriba para el sahasrara y hacia abajo para el muladhara. Es más fácil hacer este ejercicio si «soplamos» o «insuflamos» el mantra correspondiente en el chakra junto con el movimiento del tetraedro.
Es más cómodo hacer de pie todos los ejercicios mencionados en este capítulo (así como los ejercicios con los meridianos descritos más adelante).
Existe un ejercicio simple con el corazón espiritual que cualquiera puede probar hacer sin condición alguna. Durante éste, experimentamos que la cabeza se traslada al tórax. Sintamos allí la nariz, la frente, los labios. Movámoslos. Para que la cabeza no «emerja» del anahata a su lugar anterior, imaginemos una gorra puesta encima. Luego sigue lo más importante: debemos abrir los ojos y parpadear. Ahora aprendamos a mirar el mundo exterior con los ojos desde el tórax. Si logramos hacerlo, nuestra percepción del mundo cambiará y lo percibiremos sutil, tierno y receptivo a las emociones del amor, y no cruel y hostil como antes.
Esta es la apertura del corazón espiritual.
Como vemos, es posible hacerlo de una manera muy simple. ¡Sólo es necesario desearlo!
En el futuro, debemos aprender a mirar desde el anahata no solamente hacia adelante, sino también hacia atrás.
Es preciso hacer los ejercicios con los chakras, así como todos los siguientes entrenamientos meditativos, con los ojos abiertos. (Ustedes mismos pueden estudiar el por qué.)
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Después de reforzar lo estudiado, es necesario hacer con los otros chakras lo mismo que hemos hecho con el ahanata. (Las «ventanas» de los chakras extremos están dirigidas hacia arriba y hacia abajo respectivamente. Pero uno puede mirar desde éstos hacia adelante y hacia atrás también.)
Cabe destacar que es importante aprender a mirar hacia atrás no solamente para el desarrollo de los chakras. El hecho es que mirando hacia adelante, nos acostumbramos a ver el mundo de los objetos materiales, mientras que mirando hacia atrás, podemos percibir los eones puros y sutiles junto con la Conciencia Que mora allí.
Es más, este ejercicio nos prepara para el momento en el que vamos a salir conscientemente del cuerpo. Debemos aprender a hacerlo inicialmente hacia atrás desde el anahata.